En el Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura, que se conmemora cada 26 de junio, establecido por la ONU, Bolivia no fue la excepcion, tambien en la decada de los años 1950 y 1960 en el gobierno del MNR, liderado por el desaparecido Dr. Victor Paz Estensoro y otros destacados militantes del partido emenerrista, muchos hombres y mujeres que eran contrarios al partido en funcion de gobierno, se tuvo entre sus filas a presonajes temibles que hacian de la "tortura" como su "profesion".
Aqui les compartimos la narración de los sucesos del pasado de Bolivia escrito por Fredy Cespedes Espinoza:
Claudio San Román y la Casona del
Control Político
- diciembre 06, 2017
Claudio San Román, fue el creador de
la policía política organizada en Bolivia
Claudio
San Román tuvo un rápido ascenso de Cabo a Coronel
Freddy Céspedes Espinoza.
Cae
la noche y un constante aguacero detiene mi marcha por la Calle Potosí y
Yanacocha en La Paz, allí sigue en pie una maciza casona republicana, con
ventanales opacos de principios del siglo XX y vetustos balcones
que cuelgan
peligrosamente hacia la calle.
Parece que este edificio, nunca tuvo
color, tal vez nadie sintió apego ni se sintió atraído por
ella, desde joven hasta vieja; siempre lució igual, sin color ni sonrisa
sin amor.
Ingreso a ella y continúa la
lluvia con un viento que me estremece, de rato en rato
por los fuertes truenos que caen en la cordillera
y se amplifican en la profundidad de la ciudad.
Cada rayo ilumina la ciudad, menos
esta casa, que está completamente cerrada por sus cuatro lados, siempre estuvo
así, prisionera de los gritos internos.
Me deslizo por un
zaguán que conecta al patio casi cuadrado;
observo las habitaciones de la planta baja y alzo la cabeza con
temor hacia el primer y segundo piso que
mantienen sus corredores y balcones de hierro forjado que permanecen fríos,
sólidos y apáticos a mi presencia.
Estoy en la casa más abominable del
pasado movimientista, imagino en cada espacio un murmullo inusual
de gente que corre por sus escaleras, escucho los tiros aislados de
la lejanía y duele ver a tanta gente asustada
que ingresa a ella por razones políticas, los han
capturado.
Me doy un respiro
profundo, cierro los ojos y los vuelvo abrir. Están en frente mío y
bien formados los agentes del
Control Político del MNR.
Control
Político. Tenía las ventanas cubiertas de madera para evitar que se
escuchen los gritos de los torturados
En medio del patio un hombre, muy
moreno, algunos lo tildan de negro, cuello grueso y robusto,
tiene poco cabello, está casi calvo, tienen una voz que estremece
todo el ambiente y arenga a sus subordinados con palabras durísimas de tinte
cuarteril.
Están también Luis Gayán Contador,
antiguo mercenario Chileno que sirvió en la Guerra del Chaco y segundo en la
jerarquía. A lado Ademar Menacho obeso pero fuerte como un oso, y
aburrido de la arenga del jefe Claudio San Román.
Luego observo a Jorge Orozco
Lorenzety, René Gallardo Sempértegui, Oscar Arano Peredo, Mario
Zuleta, José Soria Galvarro, Raúl Gomez, Andres Herbas
Ramallo y otros que conformaban ese grupo de agentes y milicianos que están a
las órdenes de San Román.
Es el aparato de represión mejor
organizado de la Bolivia contemporánea, dejando muy atrás a
otros, que siempre existieron en nuestra historia, sean
democráticos o dictatoriales, y que les permitió a los
presidentes, respirar por más tiempo en el poder.
El jefe, es San
Román, entrenado por el FBI en las técnicas de persecución humana,
de martirizar y castigar con violencia extrema
especialmente a sus enemigos políticos, los falangistas.
Fue el creador de la
policía política organizada en Bolivia y supo fusionar con otras
técnicas de tortura de la Checka rusa y la Gestapo
alemán; además modernizaron los sistemas de control de archivos
de seguimiento, ficheros para el manejo de la
información precisa, de cada ciudadano, de asociaciones,
sindicatos, empresarios, comerciantes o
cualquier militante del partido o de la oposición. Nadie
se salvaba. Todo estaba perfectamente organizado y con un presupuesto altísimo
que salía del Estado, a través del ítem: “Gastos Reservados”.
“ San Román y Control Político
recibía directamente los fondos asignados en el presupuesto General de la
Nación, además de otras sumas extraordinarias que la Corporación
Minera de Bolivia debía entregar cuando se presentaba alguna emergencia” .
Llenar de presos las cárceles
Para San Román
tener las cárceles llenas era su mayor satisfacción, a mayor
cantidad de presos, mayor el presupuesto y solía enfadarse cuando no
tenía carne para torturar.
“ Solía gritar a sus
esbirros profesionales, que a su
retorno, quería ver por lo menos algunos dientes de los presos en el
piso”.
“ Las sumas que manejaba San Román
eran impresionantes. “ Baste anotar que el periodo del año 1964 se
asignaron al capítulo de Gastos Reservados 232 mil millones de bolivianos, que
eran manejados casi íntegramente por San Román, y que hay que
agregar 52 millones que recibía para pago de sueldos mensuales a los
milicianos; 3500 dólares mensuales de ese entonces que nunca fueron explicados
y otros 1000 dólares más, también mensuales, que se le entregaba
directamente, por orden expresa del presidente de la república.”
Lo torturaron
tantas veces al Coronel Barrero, pero nunca se doblegó, según escritores
falangistas.
Pero volvamos al patio de la Casona.
Todos los que estaban formados en el patio recibieron un entrenamiento en
violación de correspondencia, escuchas telefónicas,
seguimiento personal constante, técnicas de tortura sofisticadas
y criolla con el único fin de proteger al Estado del MNR.
Además todos habían regresado de la guerra del Chaco y amaban
disparar por cualquier motivo.
Esta casona es aterradora
“ La planta baja está
íntegramente destinada a las celdas para los presos, existiendo en una de ellas
un recinto subterráneo destinado al castigo de los detenidos que, por su estado
de salud, ya no podían soportar tormentos más violentos”.
El segundo piso albergaba algunas
oficinas y algunas celdas; pero, principalmente estaba destinado a
las salas de tortura, como la llamada cámara de gases, por ejemplo, donde eran
encerrados aquellos elementos que se resistían a revelar sus presuntos
secretos. Allí se utilizaban gases lacrimógenos, gases fétidos, gases vomitivos
hasta gases que provocaban la risa destrozando el sistema
nervioso, que desesperan y martirizan a la
víctima, llegando inclusive hasta enfermarla gravemente.”
“En otra sala de regulares proporciones,
existían varios aparatos destinados al castigo de los detenidos rebeldes o
reacios a contestar adecuadamente las preguntas que se les hacían”.
“El potro del tormento, una máquina
conocida desde el medioevo para atormentar a los presos; el “ chanchito” cuyas
horribles consecuencias eran heridas de vidrio roto en el pecho y en la cara de
la víctima; las “roldanas” que se aplicaban atando al detenido de los pies y
estirándole de los pies mediante un fierro que era pasado debajo de
los brazos, utilizando un sistema de cadenas y roldanas”.
Con estos tres sistemas de tortura,
se obtenían generalmente los resultados apetecidos, pues a cualquiera le
resulta en extremo difícil soportar por mucho tiempo los agudos dolores que su
aplicación provoca. Existía además un cuarto especial, conocido como
el” Cuartito Azul”, que estaba revestido de cemento, para “bañar” al preso que
se desmayaba o que evidentemente no podía soportar castigos peores.
Allí se le baldeaba intermitentemente
y, por fin, se lo dejaba toda la noche, desnudo o semidesnudo,
el cuartucho que tenía agua hasta cierta altura”.
“Finalmente, el tercer piso estaba
destinada a almacenar y revisar toda la correspondencia que se sustraía de
correos , así como todos los libros y folletos, que calificados como propaganda
comunista o falangista por el experto español Francisco Lluch Urbano.
Las cartas, eran
secuestradas en valijas de las dependencias postales. Había en este
piso, igualmente, un corredor aparentemente para las prácticas de tiro de los
agentes del Control Político; pero que con mucha frecuencia servía
para simular fusilamientos, causando en las víctimas de tan inhumana comedia
graves alteraciones nerviosas y hasta síquicas”.
Ademar Menacho fué
un falangista converso, pero torturaba bárbaramente a sus ex camaradas
El Control político inició sus
actividades en 1953 con un total de 150 agentes, que poco a poco fueron en
aumento hasta llegar en 1964 a 600 aproximadamente, sólo en La Paz y sin contar
confidentes, y soplones que no ganaban sueldos, aunque sí recibían
jugosas comisiones las prostitutas, los peluqueros, los
lustrabotas, taxistas y otros, por ser
ellos, los escuchas y delatores contra
potenciales enemigos del gobierno.
Señor Gayán, cayó un falangista.-
“ A las 11 de aquel mismo día, yo,
Hernán Landivar Flores, fui sacado de mi celda y llevado ante
Gayán. Al ingresar a su oficina lo encontré sentado detrás de su
escritorio.
Inmediatamente me di cuenta que sobre
él, con solo mirarlo, que la leyenda de terror que sobre
él corría en el pueblo boliviano era cierta.
Al primer golpe
de vista uno
comprendía estar ante un degenerado. Era sencillamente repulsivo. Con un ojo
desviado, la mirada fría del único ojo que se fijaba en uno, era
trágico. Parecía un poseído. Al levantarse de su asiento su
figura me pareció grotesca.”
“ Hombre corpulento de más de 1 metro
con 80 centímetros y cien o más kilos de peso. Sus ojos tenían una aureola roja
de hombre habitualmente aficionado al alcohol. Su tufo era asqueroso y salía de
su cuerpo un olor repugnante. Tenía colgado del cuello un tirante especial del
cuál pendía una cachiporra de goma con la punta emplomada”.
“ El Chileno Luis Gayán Contador fue
contratado por la llamada revolución nacional, de pésimos
antecedentes, fichado en su propia patria por robos y crímenes y dado de baja
del Cuerpo de Carabineros de Chile con ignominia, para torturar a los
bolivianos.”
¿ Niega usted ser amigo
del señor Unzaga?
-No, no niego, soy su amigo y lo
estimo muchísimo, pero no sé dónde se encuentra.
“ Luego Gayán suavizó la voz , se
sentó y me dijo: “ El presidente Paz Estenssoro es magnánimo y le
promete que olvidará sus trajines subversivos si
usted nos indica dónde se encuentra el señor Unzaga y Ambrosio
García . Le daremos un cargo en el Consulado de Bolivia en Buenos Aires y dos
millones de bolivianos. ¿Acepta usted? No pierda esta ocasión que es la única
salvación que le queda. Piense en su mujer y sus hijos …! Pueden quedar sin
padre!.
“ Me es imposible indicarle el
domicilio del Sr. Unzaga ni de García porque no sé dónde viven.
Nadie puede confesar lo que no sabe. Además aun cuando lo supiera no se lo
diría, pues no nací delator”.
“ Gayán saltó de su asiento y se
lanzó sobre mí . Caí al suelo por supuesto al recibir el impacto de semejante mole.
Traté de levantarme y no lo conseguí. Me dio un pisotón en el
estómago y quedé desmayado. Volví en mí al recibir un chorro de agua
fría en la cara. Cuando trataba de incorporarme, Gayán se echó sobre mí, puso
sus rodillas sobre mi vientre y con sus dos manazas asquerosas me
tomó de la cabeza y comenzó a golpearla contra el suelo. Yo pensé
que no resistiría un minuto más. Luego con una brutalidad
increíble introdujo sus dedos pulgares en mis ojos y me
los iba oprimiendo lenta y despiadadamente.
Yo no veía estrellas, veía venir la
muerte, sentía un sudor frío y un desvanecimiento que me iba
anestesiando el alma. El dolor era desesperante, el torturador no cesaba de
decir:
“ Dónde está el señor Unzaga….Unzaga…
Unzaga, dónde está? Y me arrojaba a las narices su hedor y su saliva.
“Cuando volví en mí, me encontraba
completamente desnudo y con las manos atadas. Gayan estaba solo y me
contemplaba con mirada siniestra. Luego tomó unos aparatos que no alcancé a
precisar, pero que parecían castañuelas, me agarró con ellos los testículos y
me los fue oprimiendo poco a poco, brutalmente. Fue terrible aquello. Nunca
había sufrido dolor más grande. Me retorcía, me desmayaba, volvía a
recuperar el sentido para seguir sufriendo la misma tortura y oír
las mismas inquisiciones : “¿ Dónde está Unzaga…. Unzaga y al final
García,…García?”.
“ Sus palabras ya no tenían
felizmente sentido para mí. Saciado ya de haberme torturado y sin haber
conseguido la delación que perseguía , Gayán volvió a llamar a sus
ayudantes y les ordenó : “ llévenlo al Panóptico y si no habla mátenlo” y
dirigiéndose a su principal secuaz Jorge Rioja, le dijo: “ Tú me
respondes de este carajo”. Las torturas siguieron en el Panóptico.
En el libro Terror y Angustia en el
corazón de America, escrito por J.V Montellano, hay una interesante descripción
de Gayán:
"El Mayor de Carabineros de
Bolivia, es chileno, con perdón de los simpáticos chilenos. Voló de su
país por no sé qué travesuras cuando servía en la gendarmería. En Oruro
trabajó con el alemán J.C Becker, en la mina Amatura, que queda allá donde el
diablo perdió el poncho. Hizo una travesura de estaño y la pasó mal, pero con
suerte, Becker tuvo que refugiarse en la Argentina, durante la entrega de
alemanes a los aliados y Gayán quedó libre. Pasó a Potosi, donde consiguío la
ocupación de jefe de Serenos, para control de obreros y aquí también traveseo
malamente la vida de un minero; con la influencia del patrón pudo huir a Santa
Cruz. También allí falló en alguna forma y escapó al Beni, donde tuvo
otra mala cosa. Luego anduvo por la Argentina, donde el "compañero"
Paz Estenssoro contrató sus servicios, conociendo lo que vale"
La vida de San Román
Nació en el Valle de Carasa, hoy
Santiváñez, en el Departamento de Cochabamba. Su niñez fue oscura
y fue criado por un tío que de acuerdo a las fuentes, lo ocupaba
para hacer los mandados y cargar pesados bultos del mercado”.
De una infancia vacía de
amor, ya joven, con la necesidad de independizarse de su duro
pasado, vino a La Paz y se enroló en la escuela de Clases, que esa
vez quedaba en San Jorge.
Partió como cabo al Chaco,
volvió con el grado de sargento reenganchado en el
Ejército. Nada promisorio en su ascenso y como militar de baja
graduación, tuvo que dar cumpliendo a los diferentes
destinos en Bolivia.
Durante el gobierno de Gualberto
Villarroel en 1943, su paisano José Escobar le ofreció un cargo en
el Departamento de Investigación Especial.
Desde allí se le abrió el horizonte
promisorio pese a ser semi-letrado y comenzó a obrar con astucia y
viajar becado a los EE.UU, ya tenía el grado de teniente de Ejército.
Allí, afinaron sus atributos personales por el Federal Burou Investigation
FBI.
“´Aprendió el arte de acosar al ser
humano, darle caza, y sobre todo, los infalibles métodos de tortura para
hacerle hablar y confesar”. Era todo un profesional.
En 1946 fue colgado Villarroel en la
Plaza Murillo y quedaron el MNR y Razón de Patria desarticulados,
pero lo peor, que sucedió; le dieron de Baja del ejército.
San Román, solicitó ser reincorporado
al ejército y le negaron. También se dirigió a la policía con su
título del FBI y tampoco lo aceptaron. Fue soplón del Departamento segundo del
Ejército, estuvo en el panóptico de San Pedro como preso en 1949. Fue tildado
de informante dentro la cárcel y salió para desaparecer.
Después de Víctor
Paz, San Román era el más importante en el Gobierno
“Naturalmente al producirse el
triunfo movimientista en Abril de 1952, San Román fue uno de los primeros en
aparecer mezclándose entre los revolucionarios, y por supuesto demandando su
cuota parte en la repartija de situaciones”.
Se hizo reincorporar al
ejército, también restituir los sueldos de los años perdidos por la baja, y así
se encaramó de a poco en la difícil lucha de ganarse loas del Ministro de
Gobierno Federico Fortún, a fuerza de brutalidad, inteligencia y
sagacidad.
Curawara
de Carangas palomita, testigo de mis horrores, ciento por ciento me han de
pagar
Así coreaban los falangistas
torturados en la calle Potosí, luego trasladados al panóptico y
luego a los campos de concentración de Coro Coro, Catavi, Uncía y los más
peligrosos para el gobierno, a Curawara de Carangas, cerca al nevado Sajama
donde las temperaturas suelen bajar hasta 25 grados bajo cero.
"San Román fue el creador del
Control Político y durante doce años fue una dependencia funesta y
temida en la que se cometieron todos los excesos y se hollaron todos los
derechos bajo su dirección, alma y cerebro de la
organización”.
Fuentes:
San Román. Biografía de un verdugo.
Sin autor.
Infierno en Bolivia: Hernán Landivar
Flores, 1965
Terror y Angustia en el corazón de America. J.V
Montellano
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